Más vale pedir perdón que permiso, no cruces el puente antes de llegar al río, la música que está pagada ya no suena..., el refranero español está lleno de frases interesantes que utilizamos para justificar nuestras acciones, pero se ajustan tan bien a veces que te empeñas en creer que son el procedimiento a seguir en cada caso. Sin ir más lejos, yo esta semana me he aferrado a "no cruces el puente antes de llegar al río", y me lo repito continuamente. Formamos realidades paralelas de momentos no ocurridos solo para intentar controlar situaciones y anticipar la solución, pero mientras no la encontramos la angustia es tan real como el problema. Para evitar esta ansiedad me digo a mi misma el refrán cómo si fuera el padre nuestro, y así pienso que está solucionado. Puede que sea un engaño a la mente, pero funciona.
He descubierto estos días a Mónica Pérez de las Heras es una escritora interesada en temas de Inteligencia Emocional que imparte cursos de Programación Neurolinguística e IE a cualquiera interesado en PNL, IE y Oratoria, sobretodo para el mundo laboral aunque en su libro ¿Estás comunicando? insiste que la Inteligencia Emocional y la capacidad para expresarse es práctica para todos los ámbitos de la vida. Después de leer el primer capítulo del libro, yo también opino lo mismo, la Inteligencia emocional es más importante que la Inteligencia en sí. Si pudiéramos saber cómo va a afectar en los demás nuestros actos, los haríamos de otra forma. Quiero pensar que para bien y no cómo arma de guerra. En unos días asistiré a uno de sus cursos y tengo muchas expectativas puestas en él para usarlas en mi trabajo. Ya te contaré qué tal ha sido.
Todo esto me recuerda a la teoría de Kammerer que Rosa Montero cuenta en su libro "Instrucciones para salvar el mundo", de los vasos comunicantes, cómo tus actos afectan a otra personas o nosotros mismos. Cada hecho de esta semana me ha llevado a otras acciones y éstas a otras que creo han abierto otra puerta en mi cabeza, pero que abriré cuando llegue al río. Y si al pasar es molesto, pediré perdón en lugar de permiso.