Tenía ganas de colgar algunas fotos del viaje de este verano porque ha sido antológico o Sublime! cómo dice Barney en Cómo conocí a vuestra madre. Empezamos a ahorrar en marzo para poder irnos en Agosto a algún destino que previamente no sabíamos. En seguida nos decidimos por Suecia pues teníamos a quien visitar que nos enseñara la ciudad y nos diera cama, desayuno y un montón de cachondeo gratis. Todo empezó buscando los billetes de avión. Viajar a Suecia era hipercaro, de manera que buscamos un destino cercano y viable, Copenague. Qué bien! podemos hacer una ruta desde Copenague hasta Suecia y vuelta... y así fue. 14 Días de risas y mucho patear.
Copenague es una ciudad cómoda muy fácil de recorrer, todo el mundo va en bicicleta. Lo más recomendable para dormir en Dinamarca es en un Danhostel, están muy limpios, normalmente hay gente joven en la recepción y nos entendimos muy bien en Inglés. Es una ciudad cara por lo que lo más barato es este tipo de hostales juveniles. Aunque te hagan pagar hasta por las sábanas. El Danhostel está muy bien situado junto al parque de atracciones más viejo de Europa, el Tíboli. Nosotros nos quedamos dos noches en el hostal y en dos días de visita por Copenague vimos muchos lugares de interés que recomiendo, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie o bici con facilidad. Merece la pena visitar la Biblioteca y caminar por los canales de Nyhavn, comer a la orilla de los canales es una experiencia particular. Yo recomiendo hacer la ruta desde la biblioteca hasta la estátua de la Sirenita, y parar por el camino en los lugares de interés porque la Sirenita se encuentra a las afueras de la zona centro, y sinceramente no fue lo que más me gustó. Merece la pena cruzar el Churchillparken y ver el Kastellet, una fortaleza en forma de estrella de 5 puntas, dentro de ella se encuentran varios pabellones en los que durante la II guerra mundial se alojó el ejercito alemán.
En el camino de vuelta es interesante recorrer la ciudad por el interior y visitar el Museo, Statens Museum for Kunst. En la otra orilla del canal se encuentra la Ópera y el barrio popular de Cristiania, para visitar estos sitios se debe cruzar el canal a la altura de la biblioteca más o menos porque después ya no existen puentes para cruzar. Es recomendable recorrer Cristiania de día porque a pesar de que Copenague parece una ciudad tranquila, en Cristiania se nota más inseguridad. De vuelta al hostal paramos en el Danks Design Center que cierra más tarde que los demás.
Imágenes del Statens Museum for Kunst:
Imágenes tomadas en el Danks Design Center, exposición itinerante de distintos materiales y muebles y objetos del diseño Danés.
El día que dejamos el hostal, dejamos las maletas en la consigna de la estación central Kovenhavns y recorrimos la parte izquierda de la ciudad. El día estaba espectácular y había muchísima gente en la calle, gente en las terrazas, gente en los parques, gente en bicicleta, gente haciendo footing, gente por todos lados, altos, rubios y delgados.
Encontramos si querer una feria de artesanía, cuanto tenemos que aprender de los países nórdicos, ví tanta dedicación en cada detalle, cada stand parecía una obra de arte. Artistas de cerámica, jolleros, artesanos del fieltro, etc. Cogí algunos folletos de algunos de los artesanos que me gustaron pongo por aquí los enlaces que tengo porque otros se me perdieron por el camino.
Gastronómicamente he de decir que no pudimos comer en Copenague nada en gran cantidad y tampoco nos permitimos ir a un buen restaurante, estábamos empezando el viaje, el presupuesto era limitado y tenía que durar, pero lo que sí comimos fue el perrito típico de la Panedería de Andersen elaborados con salchicha orgánica, que según la guía son los mejores del país. Señores, una gran decepción, un pan de perrito con un agujero y una salchica insertada dentro (perrito francés), si estos son los mejores perritos del país! ay! dios mío!.
La verdad es que siempre compro las guía Lonely Planet, las de bolsillo porque me parecen cómodas y porque van al grano, pero la de Copenague es una tristeza de guía que no hace justicia a la ciudad. Otra de las cosas que nos llamó la atención de la guía es la publicidad que hace del alquiler de bicicletas público, pero luego es imposible encontrar un parking de las dichosas bicicletas por ninguna parte.
Para que no se me haga muy largo este post creo que lo dejaré por aquí, y en otro post seguiré contando las vivencias del viaje. Próxima parada Helsingor!
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